Rutas bonaerenses
La cuestión de las rutas y de los caminos bonaerenses viene de larga data. Aunque no siempre fue motivo de escarnio.
El explorador frances Jacques Cousteau fue a los océanos lo que Osvaldo Soriano (1943-1997) fue a los caminos sureros.
El célebre periodista y escritor narró su recorrido por rutas y caminos como lo podría haber hecho un cartógrafo para el Automóvil Club Argentino o para YPF.
Pero su obra no fueron mapas sino relatos. Su legado fue un testimonio en clave literaria de la libertad en cuatro ruedas. Es mejor decir cuatro ruedas que especificar la antiguedad de los modelos de vehículos que lo trasladaban de historia en historia.
Sus trayectos no estaban referidos a hitos geográficos sino que iban de un personaje a otro. Todos ellos eran perdedores y muy bizarros.
El centro de ese mundo era Colonia Vela, ese universo literario en miniatura.
Vaya nuestro reclamo vial a la Provincia y el correspondiente homenaje literario a ese genio que nació Mar del Plata, vivió en Tandil y murió en Buenos Aires.
El explorador frances Jacques Cousteau fue a los océanos lo que Osvaldo Soriano (1943-1997) fue a los caminos sureros.
El célebre periodista y escritor narró su recorrido por rutas y caminos como lo podría haber hecho un cartógrafo para el Automóvil Club Argentino o para YPF.
Pero su obra no fueron mapas sino relatos. Su legado fue un testimonio en clave literaria de la libertad en cuatro ruedas. Es mejor decir cuatro ruedas que especificar la antiguedad de los modelos de vehículos que lo trasladaban de historia en historia.
Sus trayectos no estaban referidos a hitos geográficos sino que iban de un personaje a otro. Todos ellos eran perdedores y muy bizarros.
El centro de ese mundo era Colonia Vela, ese universo literario en miniatura.
Vaya nuestro reclamo vial a la Provincia y el correspondiente homenaje literario a ese genio que nació Mar del Plata, vivió en Tandil y murió en Buenos Aires.
Comentarios
Publicar un comentario