La especulación es un arma de destrucción masiva

Para quienes creen que la palabra banca no rima con la ética o que sostenibilidad no se conjuga con los buenos negocios, vino a la Argentina el catalán Joan Mele para presentarnos la Fundación Dinero y Conciencia.
El martes estuvo en Coninagro invitado por su presidente, Carlos Iannizzotto, para despejar las dudas y los inconvenientes concretos que traen aparejado las iniciativas de este tipo.
Fue una conversación tan amena como honesta, al punto que, al ser consultado por la aplicabilidad del modelo en el sistema cooperativo, respondió: "depende. Nosotros evaluamos el proyecto, por supuesto, y lo apoyamos o le hacemos sugerencias de modificación si es que las amerita; pero más que nada hacemos foco en la persona que lo pide. Ahí está la clave."
El proyecto se diferencia en los grandes postulados, tales como el de no financiar lo que no corresponde, ya sea el comercio de armas, las industrias contaminantes, etc. Pero pueden hacer grandes excepciones, siempre y cuando el proyecto tenga un gran impacto social sea de carácter laboral o inclusivo, por ejemplo. Es evidente que, como siempre, la cuestión pasa por los detalles.
La mirada de Mele es fundamentalmente humanista. Su mayor preocupación pasa por la educación de los chicos en valores y por la paulatina animalización del hombre, que es algo más que supervivencia pura.
Cuando un inversor retira dinero de la banca tradicional muchas veces es interrogado por su banquero acerca de las razones del alejamiento. Cuando se responde que es para invertir en la banca ética aquellos suelen reconocer que contra la decisión moral no hay contraoferta posible porque, de hecho, si la hubiera no tendría sentido hacerla en forma tardía,, falta de convicción.
Mele insistió que tan importante como apoyar a los proyectos productivos, sustentables y de impacto social, es necesario cumplir con el compromiso asumido con el inversor y rendir cuentas en forma transparente. Por eso, el crecimiento vertiginoso es peligroso y complicado para el éxito a largo plazo del proyecto.
Explicó que hay un equipo de treinta personas trabajando en la Argentina, ya, para empezar a probar con los instrumentos financieros como los fondos de inversión.
Hacia el final de su exposición explicó que, de todos los males que puede aparejar la práctica financiera, la especulación es la peor; "es un arma de destrucción masiva", concluyó.

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